Es una realidad que vivimos una época de cambio y la revolución tecnológica está cada vez más presente en nuestro día a día. Son muchos los aspectos que se han visto “resentidos” por los cambios gracias a la tecnología, desde la forma de trabajar, a la forma de comunicarnos, de movernos, etc. No hace falta decir qué, obviamente, la medicina se ha visto modificada/mejorada con el avance.
En la medicina, la tecnología juega un papel clave. Podríamos decir que en todos los campos medicinales hay tecnología involucrada. Desde sistemas de medición precisa, a sistemas de diagnóstico, el área quirúrgica, etc. Todo está muy vinculado a la tecnología. Y es que gracias a estos avances, se puede comprobar el estado de algún órgano, tejido, hueso, sin necesidad de aplicar sobre el paciente técnicas más agresivas.
La tecnología médica más conocida
La aplicación tecnológica en la medicina más común y conocida son los rayos X. Esta metodología se descubrió en 1901, por Roentgen. Actualmente, se sigue utilizando, modificando la fuente de producción de los rayos X, sustituyendo la placa radiológica por sensores digitales. Con los avances tecnológicos, estas imágenes se pueden enviar en el instante a otros especialistas.
Así pues, lo que se transmite y se desplaza es la imagen, no el profesional sanitario ni el paciente, lo que es un beneficio para todos. Se calcula que la imagen tarda en ser transmitida unos 30 segundos, algo que permite instantaneidad.
Otra de las pruebas médicas que todos conocemos y que han sido garantizadas gracias a la tecnología es el TAC. El TAC (tomografía axial computarizada) permite, a través de los rayos X, obtener un escáner del cuerpo en forma de cortes transversales, e incluso de imágenes tridimensionales. Es una prueba muy común para localizar y saber el alcance de tumores; identificar lesiones de órganos; diagnosticar algunas infecciones, etc.
A la vez, también las resonancias magnéticas son otras de las pruebas que se han visto afectadas por este avance tecnológico. Las resonancias magnéticas son pruebas, también de rayos X, que utiliza medicina nuclear para obtener imágenes internas del cuerpo. Principalmente su uso se da para comprobar alteraciones en los tejidos y detectar otras patologías.
Avances médicos
Como bien sabemos, el mundo no para de cambiar, y con ello también la medicina. Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día podemos comprobar al instante que nos pasa, que parte de nuestro cuerpo es la que no trabaja como debería hacerlo. Pero no solamente la tecnología en la medicina nos ayuda a descifrar qué nos pasa; también nos ayuda a prevenir que nos pase algo.
El modelo de prevención es algo que es relativamente moderno. Nuestros antepasados, no se curaban hasta no haber alcanzado la enfermedad. Con ello, podía pasar que la enfermedad en cuestión estuviese ya demasiado avanzada o arraigada a nuestro sistema, algo que supone un grave problema. Gracias a estos avances tecnológicos, hoy en día podemos prevenir estas enfermedades, e incluso podemos identificar en que momento de desarrollo se encuentran, y como tratarlas en cada fase.
En definitiva, es vital que la medicina y la tecnología sigan sus caminos juntas de la mano. Un buen avance tecnológico en la medicina puede suponer un gran número de enfermedades prevenidas.