Los tratamientos estéticos para hombres cada vez son más frecuentes. Existe una “norma no escrita” la cual vincula las intervenciones de belleza con el sexo femenino. Por suerte cada vez más ese prejuicio va desapareciendo.
Cada vez son más los hombres que se someten a procesos para mantener un rostro joven. Tanto es así que en los últimos años el número de hombres que acuden para solicitar este tipo de tratamientos mínimamente invasivos ha aumentado hasta llegar a ser el 35% de las visitas totales. Además, esto surge cada vez en edades más tempranas también. Por si no fuese poco, la amplia gama de opciones que se disponen, las cuales son mínimamente invasivas, permite que se pueda realizar el tratamiento sin necesidad de romper el ritmo cotidiano de trabajo.
Toxina botulínica en el hombre
Los músculos de la frente, el entrecejo y perioculares en los hombres son muy potentes. Debido a las contracciones mantenidas, y el paso de los años, las arrugas y las líneas de expresión en la región periocular se evidencian y se hacen muy profundas. Por este motivo, es fundamental utilizar toxina botulínica. Ésta permite relajar la musculatura y poder conseguir que se minimicen las patas de gallo y las arrugas del entrecejo.
El tiempo el cuál dura el proceso es aproximadamente de diez minutos. Al tratarse de un procedimiento elaborado con microagujas que minimizan el disconfort en la aplicación, no es necesario infiltrar anestesia. Su efecto suele notarse pasado uno o dos días, y adquiere su máxima efectividad al paso de cinco-seis días.
En cuanto a la duración del tratamiento, en hombres la duración suele ser más variable que en las mujeres. Tiende, además, a ser más corto. Una duración media de tres-cuatro meses podría decirse que es lo normal.
Si hablamos de incorporación a la vida cotidiana, inmediatamente después de la inyección se puede hacer vida normal. Eso sí, lo recomendado es no tumbarse ni hacer esfuerzos físicos intensos durante las tres-cuatro horas posteriores a la aplicación del tratamiento.
¿Cuántas sesiones son necesarias de bótox en los hombres?
Una sola sesión suele dar maravillosos resultados, pero éstos no serán permanentes. Es por eso que se ha de personalizar a las necesidades del paciente, para poder valorar la relación entre seguridad, eficacia y coste. Lo habitual además es combinar tratamientos de rellenos dérmicos con toxina botulínica para así conseguir resultados más prolongados. De esta manera se puede garantizar a los pacientes la mejor de las atenciones posibles.
Por lo tanto, los prejuicios que indicaban hace 10-15 años que los hombres no se someten a tratamientos de este tipo cada vez están más superados. Por suerte, la sociedad y sus pensamientos evolucionan y es más habitual que los hombres nos visiten para ayudarles a verse mejor.
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