Lleva años trabajando para que el paso de los años no deje huellas en nuestro rostro y para que nuestra mirada luzca limpia. Especialista en blefaroplastia y también en estética corporal, con VaserLipo®, Ignacio Genol, cirujano oculoplástico y director médico de la Clínica Genol, es mucho más que un simple médico.
Es un mago instrumental que borra los signos de la edad y del cansancio en tiempo récord, haciendo uso de los tratamientos más novedosos y tecnologías punteras reduciendo así los tan temidos tiempos de recuperación.
Llevar una alimentación sana, practicar deporte, evitar el alcohol…Estos son algunos de los consejos que nos dan para llevar una vida saludable y cuidar nuestro cuerpo. Pero también es cierto que deberíamos ocuparnos de cuidar nuestro aspecto físico, por ejemplo nuestro rostro. El paso de los años, las preocupaciones, las temperaturas extremas, entre otros factores, dejan huella en él. ¿Es posible que con la blefaroplastia nuestra mirada mejore su aspecto y luzca joven y despreocupada?
El objetivo primordial de cualquier cirugía a nivel de los párpados (blefaroplastia) es recuperar una mirada ligera y sin signos de cansancio. En ocasiones el envejecimiento progresivo de los párpados nos lleva a aparentar estar agotados o faltos de sueño cuando en realidad se ha podido descansar apropiadamente. Los pacientes no quieren aparentar una edad que no tienen, pero tampoco quieren parecer tristes o somnolientos cuando se miran al espejo.
La blefaroplastia, ¿corrige las patas de gallo?. ¿Cuáles son sus principales beneficios?
Con la blefaroplastia no se corrigen las patas de gallo aunque en ocasiones pueden llegar a suavizarse moderadamente. Las técnicas quirúrgicas que buscan eliminar las patas de gallo son muy agresivas y radicales pudiendo dejar en ocasiones expresiones demasiado congeladas en la mirada. Para mejorar las patas de gallo lo ideal es recurrir a los tratamientos con inyecciones de toxina botulínica. Resultado casi inmediato y sin tener que pasar por el quirófano.
Gracias a las técnicas láser de blefaroplastia el paciente se beneficiará enormemente al suavizar de manera considerable los signos de envejecimiento de su mirada. Las bolsas palpebrales, las arrugas en los párpados o las ojeras son las principales alteraciones que conseguiremos mejorar con la blefaroplastia.

A muchas personas les frena a la hora de someterse a una intervención la recuperación posterior. ¿Es la blefaroplastia una cirugía dolorosa? ¿Cuánto dura la recuperación y qué cuidados necesita?
El período postoperatorio no es precisamente doloroso. La molestia más frecuente que algunos pacientes pueden referir es la sensación de tener arenilla en el ojo tras la intervención como si tuvieran una conjuntivitis. Esta se trata con colirios y cede en el plazo de 5 a 15 días, período en el cual el paciente puede realizar su vida normal (leer, ver la televisión…). En ocasiones puede existir algo de hematoma en los párpados, el cual suele remitir en los primeros 10 días, aunque lo podremos disimular con maquillajes especiales desde prácticamente el primer momento. Por tanto en términos generales la recuperación oscila entre 7 y 15 días.
¿Hay algún candidato ideal para someterse a la blefaroplastia?
El candidato ideal es aquel que está sano y no tiene ninguna enfermedad general importante. Preferentemente que no tome medicación para mantener la sangre con menos tendencia a formar coágulos (aspirinas…). Los pacientes que no se han operado de los párpados con anterioridad son mejores candidatos que aquellos que ya llevan varias cirugías en esta región tan concreta, puesto que los tejidos están menos alterados y por tanto la respuesta inflamatoria y cicatricial postoperatoria es más predecible.
Cada vez son más las personas que deciden mejorar su aspecto físico proliferando los centros donde se realizan tratamientos de rejuvenecimiento. ¿Quién puede realizar cirugías y técnicas de este tipo y dónde deben realizarse?
En mi opinión las cirugías deben realizarse en quirófanos apropiadamente equipados para cualquier eventualidad por un cirujano acreditado. Las intervenciones en pequeñas habitaciones de las clínicas en las que es difícil garantizar un entorno aséptico son desaconsejables.
¿Son duraderos sus resultados o es necesario volver a someterse a una nueva operación pasados los años?
El objetivo principales es conseguir que el paciente se vea con la mirada despejada y descansada. La duración y estabilidad en el resultado de una blefaroplastia siempre es a largo plazo. Dependiendo de muchos factores la duración podrá variar entre 10 y 25 años. Entre estos factores destacaríamos la edad, el hábito tabáquico, subidas o bajadas importantes de peso así cómo saber cuidarse la piel de los párpados con cosméticos regenerativos y factores de protección solar.

No todos somos capaces de pasar por quirófano. ¿Hay algún tratamiento que nos ahorre tener que someternos a una intervención y que logre resultados parecidos?
Gracias a las técnicas avanzadas de tratamientos médicos a base de inyecciones (toxina botulínica y ácido hialurónico fundamentalmente) bajo la piel podremos rejuvenecer la mirada en casi todos los casos. Esto es lo que conocemos como blefaroplastia sin cirugía y podremos recurrir a ella siempre que el paciente lo desee consiguiendo resultados que pueden llegar a ser muy similares. Ahora bien, es cierto que no todo el mundo se va a beneficiar de la misma forma cuando empleemos estas técnicas y de hecho nos encontramos con pacientes en los que creemos que la mejora sin cirugía va a ser demasiado discreta y por tanto recomendemos recurrir al quirófano. Si una persona va a mejorar mucho o poco con la blefaroplastia sin cirugía va a depender básicamente de las características de sus párpados (tamaño de las bolsas de grasa, presencia de arrugas perioculares y flacidez palpebral…).
¿Estamos ante la medicina del futuro? ¿Cuáles son las técnicas más novedosas para lograr frenar el paso del tiempo?
Las técnicas del futuro en nuestra opinión son aquellas que emplean sustancias del propio organismo con fines regeneradores. Entre ellas las dos técnicas que destacaríamos serían el uso de plasma rico en plaquetas (obtenido al sacar una muestra pequeña de sangre del propio paciente) para inyectarlo en el rostro. La otra opción que considero más prometedora es lo que conocemos como Nanofat. Es un método de rejuvenecimiento facial que busca regenerar los tejidos usando células madre del propio paciente (obtenidas tras extraer unos mililitros de grasa del abdomen del paciente a través del ombligo). Esta es una técnica revolucionaria con unos resultados verdaderamente asombrosos y que venimos usando con un éxito rotundo en los últimos años.